Sunday, September 25, 2011

LA CLAVE CHANTILLY: CHACHEPÓ






































Hola seguidores y parroquianos,
tengo un recuerdo de toda la vida, cada vez que iba a casa de mi abuela Paz y por casualidad la repostería existente en el evento era un poco seca, ella magistralmente la picardeaba con unas gotas (mas bien una chorrotada) de alguna bebida espirituosa, normalmente aguardiente de naranja o de pepino, que secretamente atesoraba en un armarito en el mueble del salón en una botella con un pepino dentro.
A este estraño picardeo ella lo llamaba CHACHEPÓ. Con la coña hemos crecido todos en la familia durante generaciones y cada vez que se daba una situación similar entre miembros en una reunión la palabra CHACHEPÓ d la abuela Pazita, siempre saltaba al mantel.
Pues bién, hoy me he enterado, que en Linares, provincia de Jaén tiene su estraño origen este dulce, mas en concreto en la calle de Pérez Galdós, antigua calle de Ventanas y en la muy afamada confitería: FELIX DEL AMO.

CHACHEPÓ, CHACHEPOL O CHACHEPOT, según Jose María suarez Gallego (cuya foto del dulce ilustra esta entrada: "(de chanchi, estupendo; y chachipé, lo que es muy bueno de verdad), esponjoso bizcocho cilíndrico de picaresca y deliberada forma fálica, empapado de licor con un almíbar borracho.  La veteranía de esta sin par y mítica confitería, en la que el horno siempre estaba encendido y dispuesto, se remonta, según el maestro de cronistas, Juan Sánchez Caballero, al siglo XVI, cuando en esa calle ya vivía Luis Díaz Cantarero, que tenía un horno de pan. En 1820 se sabe que un tal Juan Cantarero, descendiente del anterior, seguía teniendo el horno y dedicándose al oficio de panadero. En 1887 la panadería figuraba a nombre de Rafael Vallcanera, y catorce años después, recién comenzado el siglo XX, su hijo Amalio construiría el actual edificio en el que sus sucesores abrirían el establecimiento en el hasta no hace mucho se ha puesto paz y dulce sosiego a cuantas farras y enreas han terciado para que no hirvieran las tres sangres a un mismo tiempo."

Ahora que el tiempo ha pasado y enlazando algunas cosas, la abuela Paz, tenía una confitería en Salamanca hace ya unos lustros, en la céntrica plaza mayor de Salamanca que se llamaba: CONFITERIA MARIPAZ, en ella elaboraba estos dulces y al cerrar la confitería y hacerle graciaa el nombre y endulzarle el gañote y el paladar este confite, nos regalo a los que veníamos detrás este término y este postre.


Tengo gracias a dios la receta de la abuela paz del CHACHEPÓ, la cual procedo a poneros a continuación y a compartirla con todos vosotros por su nostalgia y rareza.
Ingredientes:
100 grs maizena.
75 grs harina normal
75 grs de azúcar.
175 grs. de mantequilla.
3 huevos.
8 gr. de levadura en polvo.
Almíbar clarito con un toque de licor para el calado (Kirsch, aguardiente de naranja o de pepino).
Preparación:
hay que hacer un bizcocho de textura fina, para lo cual tamizaremos la harina con levadura en polvo en un cuenco.
Añadimos el azúcar, la mantequilla y los huevos, y batimos hasta que obtengamos una mezcla homogénea, lisa y sin grumos, dejando la masa reposar unos diez minutos.
Previamente habremos preparado unos moldes de papel vegetal  o metálicos levemente engrasados con mantequilla, con forma de un cilindro de unos cuatro centímetros de diámetro y unos cinco de altura (para conseguir la peculiar forma del chachepó).
En cada uno de los moldes vertemos un poco de la masa hasta la mitad del cilindro, aproximadamente, pues tendrá que subir luego.
Los ponemos en posición vertical en una bandeja  y ésta la mantenemos en el horno, previamente precalentado a 180ºC, durante unos 15-20 minutos, hasta que la masa haya subido y sobresalga del molde. Sabremos que están en su punto cuando al clavarle una aguja fina ésta salga limpia sin masa adherida.
Una vez sacados del horno, enfriados y desmoldados, se colocan en una bandeja y se bañan con un almíbar claro que tenga un leve toque de licor.
Los conservamos en el frigorífico.
Para preparar el almíbar necesitamos 500 Cl. de agua y 400 g de azúcar. Los ponemos en una jarra para microondas, y sin moverlos los metemos en él durante quince minutos a máxima potencia. Una vez hecho el almíbar le ponemos dos cucharadas de Kirsch o aguardiente.
Ahora es el momento de bañarlos.


No tengo mas palabras que decir:
AUPA EL CHACHEPÓ Y LA ABUELA PAZ





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